Odontología y Transplante de Médula Ósea

La médula ósea es un tejido del interior de los huesos que produce células madre, quienes se convierten en células sanguíneas, incluyendo glóbulos rojos (transportan oxígeno), plaquetas (controlan hemorragias) y glóbulos blancos (combaten infecciones).

Las terapias contra el cáncer tienen un impacto en la salud bucal, los odontólogos ayudan a que el proceso de trasplante sea más cómodo para los pacientes, al mismo tiempo, reducir el riesgo de complicaciones graves antes y después del trasplante.

Antes del trasplante, el receptor recibe un tratamiento de quimioterapia, que en ocasiones se combina con terapia de radiación para eliminar las células malignas y así preparar el cuerpo para el trasplante de médula.

Durante el proceso de trasplante, el sistema inmune del paciente se ve muy suprimido, lo que puede resultar en complicaciones para comer o beber, incluso infecciones de riesgo contra la vida del paciente.

EL PAPEL DE LOS ODONTÓLOGOS EN EL PROCESO

La comunicación entre el equipo de trasplante y el equipo dental es muy importante ya que deben conocer los detalles del diagnóstico y tratamiento del paciente. El equipo dental debe estar enterado de si el paciente será sometido a medicamentos de resorción ósea, ya que los pacientes que toman dichos medicamentos corren riesgo de desarrollar osteonecrosis en la mandíbula, por lo tanto deben evitarse las extracciones dentales u otros procedimientos invasivos en la mandíbula como mínimo 3 años después de la primera toma de la terapia de bifosfonatos.

El examen oral previo nos sirve para realizar los tratamientos dentales necesarios antes de las terapias de radiación y/o quimioterapias, para así evitar complicaciones para el paciente, al igual que para documentar e identificar cualquier cambio que pueda ocurrir a lo largo del tratamiento. Los tratamientos de importancia son:

  • Evaluación y documentación general del estado de su boca.
  • Examen radiográfico
  • Examinación táctil y visual de cáncer oral.
  • Restauración o remoción de cualquier diente afectado o con riesgo de infección.
  • Aplicación de flúor.
  • Procedimientos de higiene oral.
  • Explicación y consentimiento de los posibles efectos adversos del trasplante.
  • Instrucciones y recomendaciones acerca de productos o prácticas de higiene oral.

El tiempo es primordial para el paciente, por lo que los procedimientos invasivos deben completarse 7 días antes de comenzar las quimioterapias y 14 días antes de las terapias de radiación.

Instrucciones de higiene bucal para pacientes con trasplante de médula:

Las técnicas deben centrarse en la eliminación del biofilm bacteriano con un riesgo mínimo de traumatismo tisular, por lo tanto los pacientes…

  • Deben cepillarse los dientes y la lengua dos o tres veces al día. Si la mucositis oral se agrava, el uso de una gasa esterilizada puede ser una alternativa al cepillado. Envolviendo la gasa humedecida alrededor de un dedo y utilizarla para limpiar suavemente la placa de los dientes y el tejido.
  • Utilizar un cepillo de dientes con cerdas extra suaves y cabezal compacto. Debe indicarse que continúen cepillándose suavemente, aunque les duelan las encías.
  • No deben compartir objetos como bálsamos labiales, pajitas y dentífricos. El cepillo de dientes debe cambiarse semanalmente y separarse de los cepillos de los miembros de la familia al igual que alejarlos de las cisternas de los inodoros. Con el fin de evitar gérmenes.
  • Continuar con el uso regular del hilo dental con la aprobación del oncólogo. Para los pacientes con cáncer que no utilizan el hilo dental con regularidad, éste no es un momento seguro para empezar.

Recomendaciones:

Evitar productos de higiene bucal que contengan ingredientes potencialmente irritantes y desecantes, como el lauril sulfato sódico, los agentes de control del sarro, el alcohol y los agentes blanqueadores. Además de productos con sabor a menta o canela porque pueden agravar los tejidos sensibles y favorecer las náuseas. Los productos sin sabor o con sabores más suaves, como chicle o bayas, pueden ser los más fáciles de tolerar. También deben evitar los productos ácidos para el cuidado bucal, que pueden contribuir a la erosión del esmalte y al desarrollo de caries.

Los productos edulcorados con xilitol pueden estimular la producción de saliva y ayudar a mantener un microbioma oral y un nivel de pH saludables.

Además de la sequedad bucal, los labios de los pacientes sometidos a tratamiento oncológico pueden resecarse y agrietarse en exceso, por lo que se recomienda el uso de un bálsamo labial sin petróleo para hidratarlos y protegerlos.

La sociedad de Oncología recomienda el uso regular de un enjuague de bicarbonato sódico que consta de 1 cucharadita rasa de sal, 1 cucharadita rasa de bicarbonato sódico mezcladas con 4 tazas de agua. Esto debe mantenerse a temperatura ambiente. Debe agitarse bien antes de usarla y desecharla al termino del día.

Atención odontológica post-trasplante

Tras abandonar el hospital, los receptores de trasplantes seguirán siendo médicamente frágiles y deberán dar prioridad a la higiene bucal para reducir el riesgo de infecciones bacterianas, víricas y fúngicas. Se aconseja que eviten las visitas al dentista, salvo en caso de urgencia.

Al recibir el alta médica (entre 6 y 12 meses) después del trasplante se puede reanudar las visitas rutinarias pero deben tomarse ciertas medidas:

  • Preguntar si es necesaria la profilaxis antibiótica antes de la atención odontológica.
  • Solicitar actualizaciones del estado médico al equipo de trasplantes, incluidas las notas de las citas, los resultados de las pruebas de laboratorio y las listas de medicación.
  • Empezar con un programa de visitas más frecuente cada 3 meses y ajustarlo a las necesidades individuales del paciente.
  • Incluir una revisión exhaustiva del cáncer oral en cada visita, ya que los receptores de trasplantes tienen un mayor riesgo de desarrollar otros tipos de cáncer, incluido el oral.
  • Tener cuidado con los procedimientos invasivos que afectan a la mandíbula, especialmente si el paciente ha recibido bifosfonatos.

Los receptores de trasplantes corren el riesgo de desarrollar una enfermedad autoinmune denominada enfermedad crónica de injerto contra huésped (EICH). Aunque todavía es posible desarrollar EICH crónica con trasplantes autólogos, es mucho más frecuente con trasplantes alogénicos. La EICH crónica puede afectar a muchas zonas del cuerpo y tener un impacto significativo en la boca. Las manifestaciones orales de la EICH crónica pueden ir y venir y tienden a ser más graves en los pacientes que demuestran una higiene oral deficiente.

Los síntomas de la EICH crónica oral incluyen:

  • Sequedad en la boca;
  • cambios de color en el tejido blando, incluyendo enrojecimiento y líneas o parches blancos de encaje;
  • sensibilidad a alimentos, sabores, pasta de dientes, líquidos carbonatados o ciertos ingredientes de productos;
  • labios con ampollas;
  • mucositis oral
  • infecciones en la boca, como la candidiasis oral.

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